CONTROL DE ACCESOS

NUMERICO

Un control de accesos autónomo muy competitivo porque no utiliza elementos identificadores externos.

El usuario introduce su código numérico personal y, si está dado de alta en el sistema, se le permite el acceso; en caso contrario, es rechazado.

El administrador del sistema puede dar de alta y de baja los distintos códigos asociados a cada usuario tantas veces lo desee.

PROXIMIDAD

Cómodo y seguro: el acceso se controla mediante una tarjeta de proximidad.

Cada usuario cuenta con una tarjeta o un llavero que, al aproximarse al lector, permite o deniega el acceso.

La lectura se realiza a varios centímetros de distancia transmitiendo datos por radiofrecuencia, lo que permite utilizar la tarjeta incluso sin sacarla de un bolso o cartera.

El administrador del sistema puede activar y desactivar las tarjetas cómodamente y atendiendo a las necesidades del acceso.

HUELLA DACTILAR

Huella. Alta seguridad. Reconoce al usuario por su huella, única e irrepetible.

Un lector capacitivo identifica a cada usuario mediante su huella dactilar, permitiéndole o denegándole el acceso según esté dado de alta o no en el sistema.

Dado que las huellas dactilares son únicas e irrepetibles en cada persona, el nivel de seguridad de este control de accesos autónomo es muy alto. 

El lector incluye un lector de proximidad para aquellos casos en los que la huella no es reconocible. 

El administrador del equipo puede modificar altas y bajas fácilmente según sus necesidades.

RADIOFRECUENCIA

Radiofrecuencia. Para acceso a garajes.

La radiofrecuencia es la tecnología empleada mayoritariamente para los accesos a garajes ya que permite mantener una gran distancia entre el identificador (que en este caso es un mando a distancia) y el receptor.